martes, 8 de febrero de 2011

Hoy le damos la bienvenida a la noche en la que nos encontramos y nos perdimos. Eramos nada y deseábamos correr hasta el final del camino lo mas rápido posible. Me miraste y te hable porque me pediste la mano para que yo me sintiera mas seguro. Fue automático, casi mágico. Hoy tenemos que celebrar que nos encontramos entre nosotros en una pista baile, donde tu bailabas a la eternidad y yo luchaba por salir de ahí porque pensaba que estabas afuera. Hay que conmemorar la noche que brillaron nuestras cabezas por sobre las estrellas del firmamento, como nuestros sonidos hicieron callar a la ausencia de la ciudad y sus traumas, pronto acabará

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